Sesiones de juego. Constantinopolis, El grande “Intriga y el Rey” y mas...

Singular este mes de Abril. A que debemos esta singularidad, a que sin ser un mes destacable por su actividad lúdica cabe señalar una maratoniana quedada extraordinaria cuya actividad ocupó toda la jornada del Jueves Santo, acostumbramos a disfrutar nuestra afición a horas intempestivas esto es algo que se sale de lo normal. 



Esta fue la sesión más potente del mes epigrafiado, donde 5 valientes 5, jugamos al Sword of Rome durante 6 horas incluido un repaso general del reglamento, cuya lectura más o menos, todos llevábamos de casa aunque esta no estaba asimilada. 

Me gustaría darle la relevancia diferencial que se merece tan magno evento, por lo que dedicaré una entrada en exclusiva cuando el tiempo y la circunstancia sean propicios. Simplemente adelantar “grosso modo” que pese al inconveniente de dedicación previa y duración que requiere, me gustó.

Edito: Aquí tenéis los acontecimientos acaecidos en dicha sesión.


Una vez finalizada las guerras en la península Itálica, Juanjo porfió a los presente, que éramos 4 por baja de Crales, en catar la singularidad de Tichu. 

Tichu es un juego de cartas que tranquilamente podría ser un juego clásico de baraja española o francesa. El objetivo es ser el primero en deshacerte de tu mano y obtener los máximos puntos posibles ganados en la bazas ganadoras en los lances del juego. Juego que se juega por parejas done llevar la iniciativa de la partida, gestionar bien las 4 cartas especiales (bueno tres, ya que una designa al jugador inicial), saber cuándo y cómo debemos bajar nuestras combinaciones, hacen a Tichu simple en planteamiento y difícil en su dominio. Solo jugamos un par de rondas en plan tutorial para sentir el funcionamiento del juego. Extraigo como conclusión que, como el mus o dominó, hay que jugar mucho para concluir si se le odia o se le venera, sin términos medios. 



En esta nuestra segunda frikiKedada Toni aportó para esta nocturna sesión de 4 jugadores 4, el Constantinopolis. Juego de gestión de recursos donde los jugadores compiten durante nueve turnos por la obtención de la mayor cantidad de puntos de victoria. Algo innovador y poco visto en el panorama lúdico de los eurogames. Como reflexión personal no más decir que, el primer diseñador que aporte un “algo nuevo” al objetivo final de un euro de gestión de recursos que no sean los puntos de victoria, será nombrado Mesías Lúdico. Témome que no caerá esa breva. 

Los jugadores construyen edificios de producción que otorgan bienes básicos a sus propietarios. Con la construcción de otro tipo de edificación podemos manufacturar esa materia prima y convertir esos bienes en dinero y/o puntos. Con otra tipología de edificación se puede conseguir beneficios especiales o/y puntos de victoria. Los bienes producidos pueden ser transportados por ultramar consiguiendo más dinero y más puntos de victoria. 

Juego en el que la gran cantidad de opciones y los combos que cada uno se construye, hace difícil el bloqueo del contrario y la sensación que siempre hay algo que podemos hacer. Como no, continuamente debemos optar por la opción más óptima que contribuya y genere los mayores réditos materiales, económicos o maximice la obtención/producción de puntos de victoria. Se vislumbran sus múltiples y variados caminos hacia la victoria lo que lo hacen rejugable. 

De duración que ronda las dos horas, tardamos tres y poco incluida la explicación. Su sencillez y lo bregado que estábamos los presentes en esta tipología de juegos hizo que rápidamente nos hiciésemos con las riendas del juego. 

En síntesis el juego está bien en su conjunto, planteamiento y desarrollo, algo poco meritorio ya que uno es el prototipo de eurogamer al que le gustan este tipo de juegos. Por contra no ofrece nada novedoso respecto a la treintena de juegos que poseo en mi ludoteca de estas características. En cualquier caso cada vez que Toni tenga a bien sacarlo a la mesa no pondré reparo alguno, aunque está descartado como futura adquisición. 



Después del Constatinopolis jugamos por primera vez, por perseverancia personal, a la expansión “Intriga y el Rey” de ese clásico de mayorías que es El Grande. Juego al que todos ya habíamos jugado en su versión básica y que unos gusta más que a otros. Tras 15 minutos de recordatorio general y exposición de las mecánicas propias de la expansión, empezamos la partida. 

El Grande es un buen juego en su versión básica. Pero ciertamente la expansión mejora con creces su experiencia reduciendo el azar a mínimos casi nulos y aumentando el caos entre jugadores al máximo debido esencialmente a las acciones de los mismos. Se mantiene la esencia del juego base que es el control de áreas, que es lo que más me atrae del diseño del juego, e introduce respecto al básico la construcción de un mazo de juego para cada jugador y que la carta jugada más alta y más baja no ejecutaran su acción especial, ya que ejecutaran la acción del rey y del intrigante respectivamente. 

Tras un comienzo espectacular por parte de un servidor, se despertaron las lógicas envidias que desata este juego por el líder y se desencadenaron los lógicos ataques indiscriminados alentados sobre todo por Capa. No obstante, aguanté el envite hasta media partida que una serie de acciones bien resueltas y propicias por parte de Toni en su tercio final de juego, dejó a sus contrincantes, yo incluido, sin caballeros en la corte, algo que le convirtió en flamante vencedor a 6 o 7 de Capa y un punto tras este un servidor. El cuarto en discordia quedó muy rezagado sin posibilidades de éxito ni ánimo para ello. 

Si te gusta el Grande en su versión básica, esta es una expansión que lo hace, si cabe, más grande. 


The Kids of Catan

Los días festivales de la Semana Santa propiciaron el desempolvo de varios juegos para niños. Uno de estos fue The Kids of Catan, de lo mejorcito que se puede encontrar en el mercado para niños a partir de 4 años. Alta calidad de materiales, tamaño idóneo para niños y mucho azar para pasar un rato entretenido. 

El juego es fácil de comprender y aprender, se explica en 5 minutos y se juega en 15. Las decisiones son casi nulas ya que todo está dirigido por el dado. Lo mejor, cuando Héctor siente la tensión por la proximidad al ladrón ante el temor de perder un valioso recurso y su sonrisa cuando es el contrincante quien cae, algo impagable. 

He leído varias “Home rules” en la BGG que todavía no he puesto en práctica pero que pueden dar un plus al juego que son: 
  • Libre elección de la dirección de 
  • Libre elección de los espacios de 1-3 (son dados), pero las agujas del reloj solamente. 
  • Comercio dos mismos productos en otro. 
En cualquier caso recomendable. 


Villa Paletti 

También hubo un momento de gloria para el Villa Paletti, juego familiar y de habilidad donde los haya que tanto puede ser jugado con niños como con adultos por igual. La construcción en sí misma es colorida y divertida. El juego desarrolla capacidad y análisis en el niño en campos como el equilibrio y la estabilidad de la estructura que estamos construyendo. La necesidad de cierta destreza a la hora de retirar los pilares inferiores y colocarlos en los superiores es la base del juego. He de decir que a día de hoy todavía nunca hemos llegado a la última planta. 

Las deformaciones leves de las plantas, las micro diferencias de longitud entre piezas y explicar el bloque de puntuación (el bloque es contra intuitivo, aunque tiene sentido) son las sombras de un juego de habilidad, entretenido, divertido donde los haya. 


Pictureka: Juego de cartas

Estrenamos Pintureka  un juego de cartas que consta de una baraja de 100 cartas, más o menos, que ofrece la posibilidad de cuatro juegos diferentes todos ellos enfocados a la asociación de ideas y conceptos, complementada con una buena dosis de memoria. Las ilustraciones son divertidas, minimalistas al más puro estilo Bob Esponja que le dan un toque diferente a las clásicas estilo Disney. Al protagonista le gustó bastante aunque le queda un pelín grande pero junto al uno, es ideal para llevarlo a cualquier sitio y tener a la prole entretenida. En general agradable de jugar y sin pretensiones para lo que ofrece. 



Dominó 

Como dos de los protagonistas, en este caso mis suegros, han decidido tomarse unas vacaciones en la península, piensen ustedes que vivo en la insularidad, este mes solo hemos tenido un par de sesiones cafeteras de Dominó donde la justificación de las propias teorías frente a las ajenas son la tónica habitual. 





Por último confesar mi penar por la falta de comentarios de partidas a dos con mi sufrida pareja, hecho poco frecuente pues cuanto menos hasta la fecha siempre hubo lugar para repartir alguna carta o lanzar  algún dado. Esto junto a la ausencia del tradicional presente el día de San Jordi, me hace presagiar el mayor de mis temores, que no es otro que, el no ser consciente de algún hecho desafortunado o peor aún, la ausencia de este. 

Si mayor acritud, como siempre destacar que lo mejor de todas estas sesiones lúdicas es la compañía. Si te gustó lo aquí escrito no olvides de  feed-back