Chicago Express [Reseña nº 15]

Chicago Express es un juego para 2 a 6 jugadores diseñado por Harry Wu y publicado por Queen Games de una duración variable que ronda de 60 minutos o menos.



Chicago Express es un juego de temática ferroviaria en los inicios de la era de la máquina a vapor donde los jugadores adquieren el rol de intrépidos magnates ferroviarios en el este de los EEUU. El tema es solo un pretexto (no quiero decir que esté pegado) ya que estamos esencialmente ante un juego puramente económico. Aquel jugador que consiga capitalizar más riqueza se alzará con la victoria. No funciona a 2 jugadores, cojea un poco a 3, siendo su número óptimo 4 jugadores ya que de 5 a 6 se desmadra un poco/bastante por la cantidad de acciones que no controlas entre tus turnos propios.


Chicago Express es un juego desarrollado por Winsome Games llamado Wabash Cannonball del cual se editaron una tira limitada (casi artesanal, diría yo) de ejemplares. Queen Games adquirió los derechos para rediseñarlo y comercializarlo al gran público.

La calidad de los componentes de Queen Games siempre es notable y en este caso no estamos ante una excepción. Materiales de calidad, diseños bien cuidados y atractivos hacen que el juego sea vistoso y agradable.

Como hemos dicho anteriormente el objetivo del juego es generar el mayor capital posible a lo largo de la partida, mediante el reparto de dividendos que proporcionan los bonos emitidos por las distintas compañías en liza (5 son las que propone el juego), que durante el juego serán objeto de pública subasta.

Al inicio de la partida cada jugador empieza con un determinado capital, se subasta de un bono de cada compañía menos de Wabash Cannonball, que es objeto de un tratamiento especial. Una vez terminadas las 4 subastadas empieza el juego. El jugador deberá elegir entre tres opciones en su turno: 
  1. Subastar un bono entre los disponibles
  2. Desarrollar un hexágono/ciudad para incrementar el ingreso de una o más empresas.
  3. Ampliar la red ferroviaria de aquellas compañías de las que posea al menos un bono. 
La acción a realizar es optativa. Podemos elegir una acción simplemente para hacer avanzar el marcador de acciones. 

Cada acción tiene un determinado número máximo de veces que se podrá llevar a cabo. La cuenta es llevada por una una especie de medidor incluido en el tablero. Cuando dos medidores de los tres marquen el número máximo, el turno finaliza. Entonces se calculan y se reparten los dividendos a cada jugador, se desarrolla la ciudad de Detroit. Se actualiza el valor de las compañías afectadas (si las hubiere) por dicho desarrollo y se resetean los medidores de acción. 

Cuando una compañía llegue por primera vez a Chicago, se desencadena una serie de acciones particulares  como aumentar su valor de la misma y seguidamente se reparten dividendos a los accionista de dicha . En ese momento sale a subasta la primera acción de Wabash Cannonball. Después de realizar estas acciones la partida continua de forma normal pero con 5 compañías en vez de 4.

El juego finaliza cuando se da una una condición entre tres posibles. Personalmente esto algo que valoro en el diseño de los juegos. Tener opción de poder anticipar o entorpecer unos turnos el final de la partida, es una variable que me gusta mucho en los juegos.

Una vez finalizado el último turno se ejecutará un pago general de dividendos a todos los jugadores y el jugador que se haya acumulado mayor capital habrá ganado la partida.

Fotografía extraída de la BGG

Chicago Express tiene reglas sencillas y un de inexistente factor de azar (o aleatorio) salvo la elección del jugador de inicio. Está bien diseñado en su conjunto, todo encaja y funciona como un reloj sin estar desprovisto de profundidad.

Pese a no estar muy implementado el tema no es un juego abstracto. Se tiene la clara percepción de estar desarrollando una línea férrea en la que hay que llevar a Chicago aquella empresa que más nos lucre. Todo lo demás que conlleva el tema ferroviario, como tecnología de las máquinas, comercio, contratos etc, es contemplado de forma abstracta o simplemente se obvia. 

En su conjunto el sistema económico es una pequeña joya. Cuando los jugadores adquieren un bono, el capital pujado nutre las arcas de la compañía y ese capital son los recursos que dispone la compañía para financiar sus proyectos (que son las acciones que tomarán los jugadores en su turno si poseen una participación mínima de un bono). Sus decisiones harán subir el valor de la compañía y por ende de los dividendos a recibir al final de cada turno. La subasta devalúa el valor del bono al tener que repartir el mismo dividendo en más bonos, pero es la única manera que tiene la compañía de financiarse.

He de confesar que siento un fascinación especial por los juegos de puros de subasta. Hay juegos en que la subasta solo es un mecanismo, un pequeño piñon en el engranaje dentro de la relojería del juego. Se limita a decidir el orden de turno, asignación de acciones, etc. En Chicago Express la subasta es la corona principal del engraje, es lo que hace funcionar la juego, ya que todo gira alrededor de esta. Es su alma. Saber, calcular, evaluar, intuir el valor real del bono por el cual se está pujando en cada momento y adquirirlo a un precio ventajoso sin perjudicar a la compañía, es lo que da la partida.

Que la subasta es por naturaleza muy interactiva, es un hecho obvio. Por ende, esto dota al juego de  interacción, pero si añadimos que los jugadores compartan intereses comunes al invertir en bonos de la misma compañía, provocan subastas que afectan a los dividendos, urbanizar ciudades que afectan al valor, etc. la interacción se dispara 

La interacción que se crea en la fase de expansión puede alcanzar su cenit cuando en una empresa dos o mas jugadores tienen intereses en común, y a viva voz, se aconsejaban/consultan que hacer para obtener ventaja sobre el resto como si se tratase de un consejo de administración. Obviamente la decisión final debe ser tomada por el jugador activo. Pero es que en el siguiente turno se puede crear grupo distinto en otra compañía para defender los intereses de otra empresa donde hay jugadores en común con respecto a la primera. Vamos, no puede haber mayor interacción. 

Chicago Express es un juego donde la estrategia esta establecida por las características de cada empresa. Las empresas son asimétricas, las hay con más y menos bonos, las hay con más y menos trenes. El tener menos bonos hace que cada subasta sea más vital si cabe y el número de trenes permite flexibilidad en el trazado y bifurcaciones más lucrativas.

Cuando tenemos establecida la participación en una o varias empresas, la cuestión de que trazado tomo para el desarrollo de la compañía, por donde paso para ir a directo a Chicago, por que ciudades paso o dejo de pasar, si paso por minas, si intento bloquear, que bifurcaciones tomo, si sur o norte, cuantos trenes me quedan para llegar, si llego o no llego, boicotear una compañía donde soy el que tienen menos intereses económicos para perjudicar su trazado, etc. son una constante.

La táctica se basa en un análisis financiero permanente (y estas obligado si quieres ganar), donde cada revalorización de la compañia aumentará los ingresos del dividendo. Cuantos turnos tienen que pasar para recuperar el pago efectuado en la subasta de cada bono adquirido para recuperar la inversión realizada considerando los actuales y futuros salidas de bonos, de los actuales y futuros ingresos, según la coyuntura de la empresa en el tablero.

Fotografía extraída de la BGG

Chicago Express no defraudará a los amantes de los tren que no deseen hipotecar varias horas en una sola partida. Ofrece una experiencia adecuada en 60 minutos o menos. El juego es rápido, las decisiones tienen un impacto significativo en la situación financiera de las empresa y en la economía propia de cada jugador. El dinero es escaso. 

Chicago Express es definitivamente un paso adelante en los juegos "con temas de trenes" respecto a al  Ticket to Ride (pero muy por de bajo de un Age of Steam o Railes, y ya no te cuento los 18xx). Al ser un juego "no dificil" en su dificultad debemos ser conscientes y conocer un poco con quien lo vamos a jugar al no poderlo catalogar de juego familiar, ni de iniciación. Deben gustarte los juegos económicos, debe gustarte la subasta pura y dura, siendo esto último no agrado de todos.

Chicago Express es el juego económico que más me gusta con diferencia junto al Imperial. Creo que es una buena opción y un buena buena pieza en cualquier colección que se precie.

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Los comentarios en la BSK.

A continuación una vídeo reseña muy interesante realizada por el Circulo de Isengart