Stone Age |
La Prehistoria (del latín præ: ‘antes de’, y del griego ιστορία: ‘historia’) es, según la definición clásica, el período de tiempo transcurrido desde la aparición de los primeros homininos, antecesores del Homo sapiens, hasta que tenemos constancia de la existencia de documentos escritos, algo que ocurrió en primer lugar en el Oriente Próximo hacia el 3300 a. C.; en el resto del planeta, posteriormente.
Stone Age transcurre en un lapso no muy definido que va desde que la especie humana empieza a dominar la tecnología de la agricultura, a manipular utensilios y fabricar las primeras herramientas de piedra, hasta el final de esta.
Durante la edad de piedra recursos
como la madera
o los huesos
de animal, junto a la fabricación de
cuerdas o el empleo del cuero, eran herramientas usadas en un periodo anterior a
este. Es explícitamente la manipulación tecnológica de la piedra y en
particular, el diseño de rotura (la configuración del filo), lo que marca el
salto evolutivo y da nombre a la etapa.
Sin embargo, este periodo también
destaca por otros fenómenos evolutivos fundamentales. Grandes adquisiciones
tecnológicas como la manipulación del fuego, el concepto de vivienda
o la ropa,
se desarrollan en esta época. La evolución social y económica también tuvo un
punto de inflexión al pasar de un sistema recolector-cazador, a un sistema parcialmente productor
como el agrícola.
En Stone Age cada jugador es responsable
del devenir de una tribu en esta dura época ubicada en los albores de la civilización. Como
líder, gestionarás acciones para garantizar la supervivencia de los tuyos, su óptimo
desarrollo tecnológico y un progreso como civilización en su conjunto. Aquel
que mejor gestione estos avatares será el digno ganador de la partida.
Stone Age utiliza una mecánica de
colocación de trabajadores aderezada con la gestión de recursos. Cada tribu inicia
la partida con 5 trabajadores y un acopio de alimentos. En el turno en curso, los
jugadores escogen una acción (que se ejecutará en la siguiente fase) de entre las
que se proponen en el tablero y a asignan cuantos miembros de la tribu la ejecutarán. Una
vez todos los jugadores hayan puesto a trabajar a sus miembros se realizaran
las acciones elegidas por orden de turno.
Con las acciones nutriremos de recursos
nuestra reserva, alimentaremos a la tribu (algo se debe hacer al final del
turno), acopiaremos materiales para la construcción de edificaciones o invertiremos
en el avance y desarrollo tecnológico mediante la compra de cartas que otorgan
beneficios a corto plazo (normalmente con más recursos, comida, tecnología,
puntos, etc…), y a mayores a largo plazo (puntos de victoria).
Stone Age es un juego táctico en
su proceder, donde desarrollar una estrategia a largo plazo es necesario si se
quiere tener aspiraciones en la
victoria. El jugador debe trazar una pauta de lo se quiere
hacer. El no tener un criterio definido e ir un poco a por todo, no acostumbra a
dar buen resultado.
Una de las primeras sensaciones que
se tiene cuando se juega, es el estar ante un juego con mucho azar al ver la
cantidad de dados que se lanzan y que las cartas/edificaciones salen
aleatoriamente, pero lo cierto es que juego tiene mecanismos para mitigar esta
realidad. Los dados pueden ser modificados si hemos invertido eficientemente en
el desarrollo de herramientas y las nuevas cartas que aparecen son más caras de
adquirir que las que ya están a la vista en turnos anteriores. Si exceptuamos
el devenir de las edificaciones (que realmente aparecen aleatoriamente), el
resto del azar es cuanto menos es modulable en base a nuestra inversión en
tecnología.
La obtención de recursos sigue un
mecanismo cuanto menos original, ya que su obtención no es fija como otros
juegos de colocación de trabajadores. Cada
trabajador colocado representa el lanzamiento de un dado en la obtención del
recurso, la suma y posterior división por un coeficiente según valía, nos dará
cuantas unidades obtenemos del recurso en cuestión. Como hemos insinuado en el
párrafo anterior, el juego dispone de
opciones para mejorar el resultado del lanzamiento de esos dados. Esto no es
óbice para no estar ligado a leyes de la probabilidad. Debemos
tener presente que en el lanzamiento de 2 dados por ejemplo, lo más probable es
obtener un resultado entre 6,7 u 8 por lo que en función de nuestra necesidad
en la obtención del recurso especifico, tendremos que invertir más o menos
recursos humanos.
Tablero de jugador |
Una estrategia clásica en Stone
Age es priorizar la obtención de recursos baratos (madera sobre todo) con los
cuales canjear por cartas de civilización que tantos puntos de victoria genera al
final de la partida. Además
la obtención beneficios inmediatos puede incluso puede llegar a ser rentable (ratio
beneficio/inversión).
Una variable a tener en cuenta,
es que los jugadores deben controlar (o cuanto menos intuir) las cartas que van
saliendo, las que faltan por salir y cuantas poseen los contrincantes ya que
estas, dan muchos puntos al final al final partida y algunos combos al final
pueden multiplicar exponencialmente su puntuación.
Conclusión
Stone Age es un juego fácil e
intuitivo tanto en el reglamento como en el devenir del juego, lo que lo hace idóneo
para la familia y una buena opción cuando estamos ante neófitos con ganas jugar.
Vistoso en lo artístico y de componentes muy atractivos es muy agradable de trastear
en la mesa. Con un tema bien implementado para ser un euro con el tema pegado, el
recurso del oro es el que más me chirría en un periodo en el que todo estaba
dirigido a la supervivencia de la especie.
Como buen euro de corte familiar,
cumple la premisa de obviar el enfrentamiento directo entre jugadores. Nada de
asesinar miembros de la tribu vecina, pero como todo juego de colocación de
trabajadores, tiene esa sutil interacción entre jugadores de robar el sitio al prójimo
por los recursos, la carta, la tecnología o esa ubicación ventajosa en el
tablero.
Ser el primero en ocupar los tres
espacios centrales del tablero (desarrollo de la agricultura, las herramientas
y aumentar la población) son una pugna constante durante el primer tercio de la partida. La
adquisición de esas edificaciones que se adaptan mejor a los recursos que tenemos
en reserva, o la adquisición de una carta (las verdes se cotizan cuantas más
tienes) en concreto aquellas que multiplican, son una pugna continua.
Lo que menos me convence es la
puntuación a ciegas que tiene. El juego tiene una parte de puntuación vista (edificaciones)
y otra oculta (las cartas), con lo que debes estar atento y es difícil evaluar
quien va en cabeza en las primeras partidas, sobre todo cuando la cosa está
reñida. El lado bueno es que esto ayuda
a eliminar el efecto Kingmaker , y cada uno va más a lo suyo, molestando
al prójimo solo cuando entra en conflicto con los propios intereses.
El rango de jugadores es dos a
cuatro. Y existe un gran abanico de opiniones sobre cual es su número óptimo,
esto nos dice que escala muy bien en todo su rango. Introduciendo mínimas restricciones
a 2 o 3 jugadores, el juego no se resiente en absoluto. Personalmente, me gusta
mas a 2 jugadores, ya que se hace más controlable, siendo a 4 más caótico e
impredecible, provocando más interacción por la pugna de los lugares.
Finalmente concluir que Stone Age
es el juego familiar que más me gusta. El más completo de entre todos los que
poseo.
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Notas:
Vídeo reseña de Jck donde explica de forma muy amena el reglamento del juego
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Notas:
- Esta reseña también fue publicada en BoardGameGeek
- Las fotografías usadas han sido tomadas de las publicadas en la BoardGameGeek
- Descarga del reglamento cortesía de Devir
- Ficha en la BoardGameGeek
https://www.youtube.com/user/JugandoConKetty
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